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La micropigmentación, más conocido como maquillaje permanente, es un tipo de tratamiento estético que consiste en implementar pigmentos en la piel para dar color a diversas partes del cuerpo como cejas, labios o pecho para corregir o embellecer, rellenado o dando forma a estas.

 

En los últimos tiempos se ha convertido en un tipo de tratamiento que, dentro del concepto de tatuaje o pigmentación permanente, permite definir y mejorar rasgos faciales tales como las cejas o cuero cabelludo en la cabeza poco poblados o corregir imperfecciones o anomalías estéticas como cicatrices.

 

El resultado es natural y elegante armonizado con las líneas del rostro o la zona que se trate.

 

 

¿Cómo se hace?

 

El primer paso antes de una sesión de micropigmentación es realizar un test o prueba de alergia para asegurarnos de que la persona es apta para el tratamiento y tolera los pigmentos empleados.

 

Seguidamente y de cara a que el diseño de la micropigmentación este armonizada con la parte del cuerpo, especialmente en el caso del rosto, se realiza un estudio o análisis de rasgos faciales o corporales.  

Para ello, la técnico realizará un dibujo o esbozo previo para que la propia paciente visualice el trabajo, personalizándolo y permitiendo así la máxima satisfacción de la paciente.

 

Los tratamientos de micropigmentación pueden aplicarse por primera vez o retocarse de forma periódica. 

Algunas personas tienen ligeras molestias durante el tratamiento pero no resulta doloroso.

La sesión dura alrededor de 1 hora y media, una explicación previa y preparación, con limpieza y desinfección de la zona, y una hora aproximada para realizar el tratamiento.

 

En MIZU, la técnico Elena Casado, del centro especializado en micropigmentación Mario Gisbert, es la encargada de realizar las sesiones.

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PRIMERA CITA GRATUITA (estudio, diseño, presupuesto)

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